«El motor ya mermó en la largada, ya noté que no tenía potencia y en las vueltas siguientes iba perdiendo potencia hasta que en un momento el motor se apagó. Lo que se rompió fue el turbo. Seguimos ligando muy pero muy mal», fue todo lo que dijo Santiago Urrutia (Belardi) resignándose ante la realidad.
Era una buena oportunidad para ganar su primera carrera del año partiendo desde el segundo lugar pero ya desde la largada el turbo falló y 10 vueltas después se rompió del todo dejando a nuestro compatriota detenido en plena recta del circuito urbano de Toronto, Canadá.
Aunque su fe sigue intacta, es evidente que el traspié de este domingo sepultó definitivamente sus chances en el campeonato porque además fue un fin de semana perfecto para el líder del campeonato: Kyle Kaiser (Juncos) ganó las dos carreras. Ya no es un tema de si Santiago Urrutia puede alcanzarlo. Dejó toda la sensación de que no lo alcanza nadie. En su tercer año en la IndyLights, va expreso al título.
M.ROSA