El vibrante paso del Turismo Carretera por el Autódromo Rosamonte de Posadas significó el desarrollo de la octava cita del año para el TC. Trás un sábado de buen clima, donde la actividad se desarrollo con normalidad, el domingo el clima puso el condimento extra durante la disputa de las series y la final. La enorme cantidad de público que se acercó (como ya es tradición) al circuito misionero, pudo disfrutar de un increíble espectáculo donde uno no podía dejar de prestar atención con los constantes cambios.
La lluvia, particular protagonista del evento, hizo que la final misionera no fuera para nada lineal sino todo lo contrario, ya que el estado de la pista provocaba situaciones diferentes.
Presentando su nuevo Ford Mustang en sociedad, Mauricio Lambiris cumplió con otro fin de semana que le permitió mantener su regularidad en la especialidad máxima del deporte motor argentino. Si bien el cierre del sábado lo ubicaba en el décimo tercer lugar, un poco más lejos de lo esperado tras los ensayos, luego el piloto charrúa lograba ser quinto en su serie y emprender el avance en la final.
Poco a poco, cuando la mayoría fallaba, Lambiris avanzaba en un duro pelotón. Se adaptaba a las cambiantes condiciones de pista sobre la unidad que alista el equipo Maquin Parts y encontraba la bandera a cuadros en un más que meritorio séptimo lugar. Eso no solo significa el cierre de un gran trabajo tras poner una unidad completamente nueva en pista y mostrarse como protagonista, sino continuar también en la lucha por la etapa regular que hoy lo encuentra en el tercer lugar sumando 225.5 unidades, a tan solo 8 puntos y medio de José Manuel Urcera (líder del certamen) y a media unidad del escolta, Julián Santero.
Por su parte, Marcos Landa (Torino) no la tuvo fácil y los constantes cambios en el clima (y con ellos la pista) lo complicaron. El referente de Torino pudo recuperarse de dos despistes ocasionados por la escasa visibilidad y adherencia durante la desafiante carrera final que se largo con lluvia y terminó con piso seco.
