La actuación de los Comisarios Deportivos de la IndyLights comienza a preocupar. Tras la aberrante maniobra de este sábado del mexicano Pato O’Ward (Pelfrey) atropellando al uruguayo Santiago Urrutia (Belardi) en plena recta con doble banderas amarillas agitadas y en pleno proceso de vuelta de largada, se añade el hecho de que el piloto no recibió ningún tipo de sanción.
Las Autoridades de Prueba, ante el reclamo de Santiago Urrutia y su equipo, argumentaron que «no pudieron apreciar la incidencia» y no pueden tomar decisión.
Sin embargo, les sobró tiempo y no tuvieron dificultades para contar cuántos mecánicos se tiraron encima del Dallara de nuestro compatriota para tratar de reconstruirlo y volverlo a la pista. Por entender «que hubo muchas personas en el muro», Santiago Urrutia fue penalizado con 30 segundos. Menos mal que salió último. Es obvio que se trata de una sanción del tipo «ejemplarizante», como diciéndole, no molestes.
Mucho más ejemplarizante si se observa lo decidido por estas mismas autoridades en la primera carrera del año cuando Dalton Kellet, en grave error conductivo, atropelló al Dallara de Santiago Urrutia en la curva 1. Cuando Urrutia consultó por qué el canadiense no fue sancionado, le indicaron que el piloto había entrado a cambiar la trompa y con eso «cumplió la sanción». Kellet perdió apenas una vuelta en la reparación pero Santiago Urrutia perdió casi 4 giros enderezando la barra de dirección y otros elementos dañados en su tren delantero.
Hace un año, estas mismas autoridades sancionaron con dureza a Santiago Urrutia cuando tuvo un toque con el sueco Félix Rosenqvist. Santiago en la incidencia perdió la trompa y entró a repararla lo que lo dejó último y lejos, obviamente muy por detrás de Roseqvist. Sin embargo y cuando volvió a pista, estas mismas autoridades le ordenaron un «Pase y Siga». Fue el único piloto que en 2016 recibió una sanción de ese estilo.
¿Ni Kellet ni O’Ward se hicieron acreedores de Pase y Siga este año? Mucho más O’Ward por tratarse de un debutante, argumento que le esgrimieron a Urrutia el año pasado cuando el incidente con Rosenqvist. Tampoco es tolerable en Kellet, un piloto rumbo a su cuarto año en la IndyLights.
Son datos concretos, visibles, fríos de la realidad, verificables.
CAMPEONATO TRAS TRES CARRERAS
