En tanto la pasión esté intacta…no hay fecha de vencimiento, ni cédula quee se plante delante.
Es todo y a la vez, tan simple, como para explicar que tras 14 años, el nombre de Fernando Dacal retumbe nuevamente en el autódromo de El Pinar.
Cuando Fernando Dacal cruzó la meta victorioso en la octava Fecha del Superturismo, se me vino a la cabeza aquel Buenos Aires 2019. Fue ahí donde se demostró así mismo (lo más importante) que cuan vino añejado, el néctar de la pasión estaba atesorado y a la espera de ser degustado.
Desde el Gálvez para acá, la victoria amagó un par de veces. Errores propios o ajenos, no importó, el néctar de la pasión seguía añejándose. Sabedor como pocos que esto es cuestión de paciencia, justamente es ese exquisito néctar el que lo mantuvo y lo mantiene enfocado. Y aunque pasaban inexorablemente las oportunidades, esa pasión -como un vino añejado durante 14 largos años-, más tarde o más temprano, sería degustada.
Y lo hizo este domingo 3 de octubre. Siguió a Fernando Rama con todo lo que tenía y aunque el segundo lugar no era malo, una vez más pintaba para que la victoria siguiera en «sala de espera» y el vino, en la cava, con su calidad intacta.
Pero no. Rama paró y allí sí su gran oportunidad estuvo servida en bandeja; con tantos merecimientos como los que tenía «Fer» Rama de haberlo logrado.
Fernando Dacal inscribió su nombre en la breve pero ya rica historia de este Superturismo y eso ya es por sí solo, motivo de celebración.
«Sirva otra copa maestro» que este vino es del bueno…de calidad.
Él sabrá con quien compartirlo…Serán muchos. Pero me animo a pensar en uno: Aldo Dacal, quien al fin y al cabo, inauguró hace muchos años la cava.
Salud !!!
M.ROSA