La tenía muy difícil la joven Maite Cáceres en su estreno en la Mazda MX-5 CUP. No era solo enfrentarse a un mundo nuevo (auto, categoría, equipo) sino que además el estreno fue en Daytona y por si fuera poco, la lluvia estuvo presente hasta la Carrera 1 inclusive. Pero hay algo más: correr en la noche.
En una categoría de extrema competencia con 36 autos en grilla de los cuáles más de 20 llevan ya sus años en la monomarca, la premisa de Maite fue girar sola para conocer el bravo Daytona.
Como era lógico, empezó lejos y fue de a poco mejorando como para poder llegar a ponerse en mitad de grilla. Obviamente que la lluvia condicionó los tiempos de evolución porque los límites del auto no se conocían en seco, mucho menos en mojado.
Lo concreto es que Maite salvó muy bien su primera carrera (jueves) bajo lluvia con luces encendidas y finalizó en el lugar 26. Son carreras extenuantes de 45 minutos cada una.
La segunda carrera (hoy viernes 24) quedó trunca apenas habilitada la largada. Los dos autos que encabezaban la primera fila (largada en movimiento al estilo Nascar) se tocaron, uno de ellos salió despedido contra el muro del óvalo y volvió a la pista sin control en el medio de la grilla que venía lanzada a fondo con los autos lado a lado.
Ni Maite ni casi el 50% de la categoría pudo zafar. Fue impactante. Casi media categoría destrozada y varios pilotos -entre ellos Maite- trasladados al Hospital de la pista más que nada para chequeos imprescindibles. Felizmente, solo dolores en el cuerpo.
La seguridad tipo «Nascar» del habitáculo fue clave para que ese fuese el saldo de semejante incidente.
En resumen, Maite iba de menos a más -algo lógico- pero está claro que en el año va a tener que transpirar y mucho para abrirse paso en una categoría como la Mazda MX-5 CUP que presenta una extrema paridad.
El equipo es bueno (campeón 2024) y eso le ayudará a acelerar el proceso de una adaptación que será -como dijimos- muy difícil.
M.ROSA






