Estimo que como todo organizador, la mente está puesta en que el evento sea un éxito. Pero seguramente, ni el equipo de trabajo que llevó adelante el Festival VBF ni la propia Asociación Uruguaya de Volantes (AUVO), imaginaron tan valiosa respuesta cuando proyectaron la idea.
El éxito del Festival VBF demuestra que hay allí, al alcance de la mano, un público ávido por cosas diferentes, bien hechas, que permitan disfrutar de la pasión que nos une –los fierros- pero en un ambiente diferente, hasta si se quiere distendido, en familia, con un formato más social que deportivo o acaso, esto último en la medida suficiente para que sea un gran disfrute.
Los Drive Fast marcaron una tendencia y el Festival VBF ratifica esa tendencia. Fue todo un desafío llevarlo adelante pero atrás del evento, viendo ese autódromo de El Pinar lleno de color, de entusiasmo, quedó bien en claro que no hubo improvisación y que se sabía con certeza hacia donde se debía apuntar.
Fue un evento muy disfrutable, fue también un sábado de reencuentros, con un lindo dejo de nostalgia y en el que a no dudarlo, todos nos volvimos del autódromo –absolutamente todos- con esa linda sensación de “gastar” un sábado que valió la pena.
El Festival VBF fue un éxito rotundo y a partir de ello, no queda otra que reconocer que el evento llegó para quedarse y me animo a pensar, se transformará rápidamente en un clásico de la región, algo así como el “GoodWood” de nuestro continente.
M.ROSA
