En la pista y bajada la bandera a cuadros en la segunda carrera de la F4 Sudamericana, el maragato Agustín Cejas cerraba un muy buen fin de semana accediendo al tercer escalón del podio. Y allí fue a recibir la copa loco de alegría ratificando su constante evolución en la categoría continental.
Sin embargo y un buen rato después, las Autoridades de la Prueba le comunicaban que estaba excluido de la competencia por no llevar la cámara a bordo, tal como lo marca el reglamento. Aparato que en nada contribuyó a su gran performance.
Excluido Cejas, fue Facundo Garese el nuevo tercero y quien se adueñó entonces del trofeo.
Sin embargo y una vez en sus manos, Garese fue en busca de Cejas y se lo devolvió pues entendió que era su legítimo ganador tal como lo ilustra la foto. La seña de «Facu» Garese con su mano izquierda es bien elocuente: «Esta copa es de él». Y no era un trofeo más. Era la Copa Santiago Urrutia.
Reflexión: son muy jóvenes, son muy competitivos, son duros rivales en la pista pero… tienen códigos. Casi nada para los tiempos que corren.
No todo está perdido.
MARIO ROSA