FELIPE, PORFA, VOLVÉ!!

FELIPE, PORFA, VOLVÉ!!

Desde que Nico Rosberg con su flamante título mundial de la Fórmula Uno anunció que se retiraba de la Fórmula Uno cansado de las presiones??? (creí que lo sabía…), la Fórmula Uno entró en una parafernalia, una suerte de carnaval anticipado, en cuanto a quién sustituiría al gran Nico y se enfrentaría en primera instancia a Lewis Hamilton dentro de la propia escuadra campeona.

Mientras tanto, Felipe Massa todavía iba en camino a casa cuando le llamaron para decirle que no se retirara, que todavía era un piloto capaz de pelear por un Mundial, que tenía mucho para ofrecer, etc., etc. Yo creo que Felipe nunca antes en su carrera deportiva, o al menos en su ciclo en la máxima (máxima??), se sintió tan valioso, tan importante, tan relevante.

Rápidamente, Felipe secó sus lágrimas y el mameluco todavía húmedo por aquella «vuelta olímpica» bajo lluvia envuelto en la enseña de su país y le dio tranquilidad a la Fórmula Uno. «OK, tranquilos, todavía no llegué a casa, asi que espérenme que vuelvo con ustedes».

Y allá fue a poner la rubrica nuevamente con Williams. Un añito más.

Paralelamente, el impávido de Valterri Bottas esbozó una sonrisa (momento histórico!!!), dijo lo importante que es llegar a la escudería campeona del mundo (descubrió la pólvora) y prometió luchar por el Campeonato Mundial (joder, ¿será posible? ¿lo dijo en serio?).

Todos requete-contentos con el fin de una parafernalia que duró más de un mes y que de entrada tenía un final más cantado que una novela de Andrea del Boca. Todo un misterio al cuete.

Más allá de acuerdos, contratos, millones de Euros y la mar en coche, la Fórmula Uno se las ingenia todos los días para dar señales bien inequívocas de lo pobre que está. Parece mentira que llegue a estas situaciones tan estúpidas.

De todas maneras, hay cierta coherencia: todo está tan cantado que tampoco hay emoción, incertidumbre, expectativa, siquiera en una contratación de un piloto.

Por las dudas, Mercedes Benz contrató a Nico Rosberg como Embajador de la marca. O sea, irá a lugares donde sea clave sonreír y más que nada, convocar la atención de público, aficionados en general y fans. Porque es seguro que con Bottas, no lograrán siquiera que un pibe se entusiasme por una gorra autografiada.

Resumiendo, gracias Felipe por tanto que les has dado a la Fórmula Uno. Ya habrá oportunidad de despedirte de nuevo…

Ojalá no llueva ese día. Quedaría todo -encima- más gris.

MARIO ROSA