Con un planteo de carrera que saliendo a la perfección, tras más de 3 horas de carrera el uruguayo Mauricio Lambiris se preparaba para dar la batalla final por la victoria en los 1000 Kilómetros del TC disputados a toda pompa en el autódromo de Buenos Aires que lució repleto y sus mejores galas. Al volante del Ford estaba el segundo piloto invitado por Lambiris. Lautaro de la Iglesia desarrollaba con éxito el plan trazado y se disponía a entregarle el auto al uruguayo para el último tercio de la carrera. Lambiris iba a recibir el Ford en zona de podio y con óptimo rendimiento. Pero el neumatico trasero izquierdo salió despedido en pleno curvón Saloto y allí se perdió todo incluyendo la chance real y concreta de ganar la carrera. Aparentemente las tuercas de sujeción no quedaron bien apretadas cuando el cambio de neumáticos.
M.ROSA
