Inconfundible a la distancia y riguroso en sus conocimientos, Albino Olmos forjó en el automovilismo uruguayo un camino que a lo largo del tiempo lo transformó en una suerte de imprescindible. No hay hueco en la historia de nuestro deporte capaz de eludir la memoria de Albino. Porque tuvo para sí una condición inigualable: no se perdió ninguna. Batalló como ninguno por la difusión del deporte motor uruguayo. Como ninguno. Miles de kilómetros resumidos en una sencilla libreta de apuntes. Entonces, tal vez y solo tal vez, es tiempo de un bien merecido descanso. O tal vez y solo tal vez, se halla ido a buscar algún dato que le faltaba…(Mario Rosa para Motores en Punta)
EL GRAN ALBINO
