EL EFECTO SPORTLINK

EL EFECTO SPORTLINK

Nuestro país, pequeño, dos por tres se las ingenia para mostrarle al mundo de qué somos capaces.

Hace pocos días dimos una muestra de cultura cívica casi que única cuando el Presiente Luis Lacalle Pou acudió a la investidura del nuevo mandatario brasileño acompañado por los ex Presidentes José Mujica y Julio M. Sanguinetti.

Pero también, una semana antes de ese hecho y en otro ámbito tan relevante como la política que es el ámbito deportivo, Uruguay dio la nota y ese hecho también recorrió el universo informativo.

Periodistas de todo el mundo fueron consultados respecto a cuál fue la mejor Fecha del Mundial de Extreme E y la respuesta fue concreta: Uruguay y su Uruguay Natural Energy X Prix.

Si hacemos memoria, hace apenas unos años atrás, también nuestro país fue reconocido como el mejor evento del calendario Mundial de la Fórmula E (Fórmula Eléctrica) cuando ésta llegó a nuestras tierras para celebrar el E-Prix de Punta del Este.

Estas dos distinciones elevan a nuestro país, a nuestra deporte, a nuestra imagen, a los estándares de calidad más altos en referencia a organización de eventos de automovilismo. Es decir, las regulaciones de la Federación Internacional del Automóvil (FIA).

Quiere decir que no nos tiembla el pulso ante desafíos de esta magnitud y que los prestigios de nuestro país y la gente que se mueve alrededor del automovilismo, siempre están en lo alto.

Ahora bien, este prestigio que alcanzó Uruguay las veces que ha sido llamado a realizaciones de esta magnitud, tiene una explicación, tiene un nombre propio: la empresa organizadora Sportlink Uruguay radicada en Punta del Este.

Dirigida por Fernando Cáceres, tiene en sus espaldas unos recursos humanos 100% preparados para sobrellevar y sacar adelante muchas veces en tiempo récord, eventos deportivos de semejante magnitud. A ello se agrega un relacionamiento internacional envidiable que le ha llevado a conquistar en el mundo del motor, una reputación valor oro, esa que hace posible justamente traer a nuestro país eventos de jerarquía mundial.

Además de ese capital humano experimentado de la empresa, se añade un voluntariado (he sido parte) capacitado para afrontar la tarea que se le asigne y que ha sido formado por las instituciones que practican automovilismo y karting en este pequeño territorio sudamericano, metido como cuña entre dos potencias mundiales como Argentina y Brasil.

Es más -lo ví, lo viví- a los nuestros indicándole a los ingleses como hacer determinadas cosas por un camino más simple, más seguro. Increíble pero cierto. Enseñamos, sí, enseñamos.

Sé que a muchos no les caerán bien estas líneas; sé que Fernando Cáceres es por un sector del automovilismo uruguayo resistido; sé que muchas veces se lo ha criticado sin darle la posibilidad de réplica y sé -lo veo- que muchas veces estos grandes eventos pasan por Uruguay y muchos miran para el costado por el tan simple hecho de que la empresa Sportlink está detrás de ellos y que con toda lógica, recibe una remuneración por su trabajo. Y vaya si hace bien su trabajo.

Me incluyo: cuando los orígenes de estos eventos con categorías de fuste de Argentina, me enredaba en esa telaraña de comentarios negativos. Lo asumo.

Pero desde hace un buen tiempo a esta parte, me pregunto: ¿Hay otro que lo haga?  Y re-pregunto: ¿Si hay otro que lo hace, lo hace gratis?

Ese «efecto Sportlink» ha sido tremendamente beneficioso para Uruguay. Está a la vista. Es a eso y solo a eso, a lo que nos tenemos que remitir. Lo demás es un trabajo, acaso, un negocio y como tal, todas las partes involucradas reciben lo suyo o a lo que aspiran (que puede no ser económico).

Uruguay, como país, ha recibido muchísimo. Muchísimo. Eso es lo que importa. Si la inversión (no un gasto) ha sido rentable para el país, allí radica el éxito. Sin duda alguna, lo fue.

Uno medible, como lo es la reputación de este «paisito» a través de los medios especializados del mundo o los propios protagonistas que han venido a competir a nuestro suelo esteño diciendo una, diez y cien veces, que si hay un lugar donde volverían de inmediato a competir, ese es Uruguay.

Otro económico, que los expertos sabrán detallarlo pero con solo mirar todo lo que generan estos eventos a su alrededor, no se necesita ser muy sabio para darse cuenta del valor económico que derraman estos espectáculos en el país y particularmente en su zona de influencia.

Hay otro que es imposible de medir: la promoción de Uruguay; su belleza esteña (y algo más…) en el mundo. Impagable.

Ojalá, sinceramente ojalá, este «efecto Sportlink» tenga imitadores y más empresas promotoras se sumen a nuestro automovilismo porque es bueno, beneficioso, para todos. Nos ayuda a crecer y en especial, a valorar todo ese potencial que tenemos que aparece como dormido pero cuando llegan eventos de esta magnitud, despierta y luce en todo su esplendor.

A modo de reflexión final, estaría bueno deponer las armas, juntarse en una mesa y encontrar los caminos que nos permitan desarrollar más cosas para nuestro automovilismo en equipo con Sportlink. Aprovechar su experiencia; sus capacidades, sus contactos.

Porque ese «efecto Sportlink» también ha derramado bastante hacia adentro y sin pedir nada a cambio; ni siquiera las «gracias».

Algunos -no los critico- tienen sus razones para oponerse a la función que Sportlink cumple en Uruguay. Pero siempre digo (resisto el archivo) que por encima de todo lo personal e incluso la mayoría de las veces malos entendidos o información deformada, debe primar el deporte si realmente lo sentimos así. Allí es donde una mesa de diálogo sacará lo mejor de cada uno en pro de nuestra pasión.

Les dejo el link donde Uruguay Natural Energy X Prix es reconocido como el mejor por los periodistas que siguen la serie mundial en consulta abierta por los creadores del Extreme E:

M.ROSA

https://www.extreme-e.com/en/news/751_The-experts-review-of-Season-2