Con dos últimas temporadas en franco ascenso, el jovencito Bruno Rodríguez bien puede en 2019 transformarse en una de las más serias amenazas a los grandes referentes y candidatos a la corona de los Superescarabajos 2019.
Luciendo una nueva estética -radicalmente opuesta al 2018- con gris «plateado» como color dominante, el «Fusca» de Bruno ya está listo bajo la experimentada preparación del equipo CyC que dirige su padre, «Beto» Rodríguez.
La escuadra tendrá este año dos autos: el revitalizado Fusca de Bruno Rodríguez y el piloto punta de lanza para luchar por el título desde la primera curva del año: Ignacio Massat.
«No voy a atender ningún otro auto. Quiero disfrutar del año deportivo, especialmente, disfrutar de mi hijo en carrera y quiero concentrarme en ello. Asi que por eso tomé la decisión de no tener más autos que estos dos», destacó «Beto» Rodríguez. Tomando en cuenta el creciente rol protagónico de su hijo, una decisión que luce acertada.
Que vaya aprontando el corazón…
M.ROSA